Las historias verdaderas en cine tiene un plus, cuando la película termina y aparecen las letras contando los últimos días de los protagonistas, uno se estremece y no es para menos. Los PUCCIO son parte de nuestra historia contemporánea, tanto como Alfonsín o Sabato (de quienes también se muestran imágenes), todos estuvieron en momento de quiebre de la Argentina:
en la primera mitad de los ochenta.
Recreada muy bien la época, EL CLAN no es una historia redonda, hay personajes que se pierden, mucho relato inconcluso y no termina de definirse en un género.
Si se hace fuerte en los personajes de Guillermo Francella (Arquímedes Puccio) y
Peter Lanzani ( Alejandro Puccio) y el vínculo patológicamente enfermo y todas sus aristas.
Nos gusta ver a Francella distinto y el mismo dice
"me gusta verme diferente, terminas agotado cuando no tenes ninguna comunión con quien interpretas.
No pude salirme del papel, así era EL"
"el delito sigue estando hoy como en la década del 80, de otra manera, pero sigue estando"
También se permite hablar del sello de Pablo Trapero, el director: los silencios, la banda sonido con autores que nos marcaron, me gusta mucho poder explorar desde la actuación.
Últimamente trabaje con siete u ocho directores muy heterogéneos entre sí, y jamás minimizo la comedia"
En cuanto a su co- protagonista Peter Lanzani lo ve "creíble, verosímil, trabaja y esta delicioso, esta gigante.... divino"
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