Lauro dice a Lorca
como en una sala pero en casa
o sea por streaming.
La propuesta no esta mal, no esta nada mal:
En tu dispositivo, auriculares, tirada en la cama una noche de viernes
y este encuentro que no es solo escuchar la interpretación sino que es
reencontrarme con Lauro, con esas charlas e idilicamente
con Federico Garcia Lorca, que conocí en la escuela secundaria cuando todavía
ni sabía que leía teatro.
Toda esta magia se acrecienta cuando lo veo a Lauro Campos en escena
hasta con algún truco de imagen y ese recorrido
por Romance de la luna luna, de la pena negra.
Sabores a aceitunas y limón, colores azabaches o "el verde que te quiero verde", olor a jazmín.
Evocar la pena de los gitanos y a doña Rosita, la soltera.
Risueña siempre La Casa infiel.
Hasta el drama de la muerte y de las cinco de la tarde.
Luego el alma se despide y sabemos que habrá más
y volveremos a las tablas.
Pero hoy en casa no nos sentimos ni tan solos ni tan distantes
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